En la década de 1770, se inició en la población de Perote la construcción del fuerte de San Carlos. El objetivo era asegurar el camino real entre el puerto de Veracruz y la ciudad de México, servir como arsenal y almacén, así como punto de defensa para el interior
Por: Archivo de Indias Veracruz-Sevilla
En las inmediaciones del pueblo de Perote, y con el objetivo de asegurar el camino real que unía el puerto de Veracruz y la Ciudad de México, se inició en la década de 1770 la construcción del fuerte de San Carlos. La obra fue iniciada por el ingeniero Manuel de Santiesteban y pasarían alrededor de siete años para su culminación.
El fuerte serviría, además, como arsenal de pólvora y víveres, puesto de socorro a San Juan de Ulúa en caso de necesidad y defensa para los enemigos en el interior.
La propuesta de construcción, segunda en ser remitida a las autoridades, puede apreciarse en un plano dibujado a plumilla e iluminado a la aguada en grises, amarillo y rosado, acompañado de un texto manuscrito, rubricado por el propio Santiesteban.
Este plano contempla una extensión adicional con respecto a una primera propuesta, así como una serie de variaciones en cuanto a la altura de los edificios y la disposición de las bóvedas.
En la parte superior del documento, a todo lo ancho, se lee el título: "Plano de un Fuerte propuesto nuevamente en el Pueblo de Perote para cubrir la Avenida del Camino Real de Vera Cruz a México, sirviendo de Almacén General para socorrer a San Juan de Ulúa y abrigar las tropas que vagen de lo interior del Reino".
A la izquierda, se explican los puntos señalados en el plano, con clave alfabética. La escala gráfica se ubica al centro; a la derecha, la fecha y mención de autoridad: "Vera Cruz 1 de Abril de 1770 / Manuel de Santistevan".
Se aprecia una fortificación de estructura abaluartada, de forma cuadrangular con baluartes en los ángulos. Hay dos recintos defensivos: el exterior presenta un glacis, plazas de armas salientes frente a los baluartes, cuatro plazas de armas entrantes a las cortinas y un foso seco; en el interior, la plaza de armas (A) a cuyo alrededor se sitúan los cuatro edificios destinados al alojamiento de las tropas y la iglesia (B, C, D, E).
En dos de las cortinas, se señalan las casamatas a prueba de bombas para almacenes (G) y en dos de los baluartes, almacenes de pólvora (K). Al centro y bajo tierra, hay una cisterna y un pozo (M, P), además de las conducciones hasta otros cuatro pozos ubicados en las esquinas (O). Se cuenta con dos puertas: al sur la de entrada y cuerpos de guardia (F), y al oeste la de socorro (H).
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