Juan Bautista, bombardero fallecido abintestato en Veracruz: Bienes de difuntos.

Diligencias sobre bienes de difuntos: Juan Bautista, bombardero que falleció abintestato en Veracruz alrededor de 1572.

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Por: Archivo de Indias Veracruz-Sevilla.

El término "abintestato" se refiere a una persona que muere sin haber dejado testamento. En el contexto legal, cuando alguien fallece abintestato, significa que no dejó instrucciones claras sobre cómo debían ser distribuidos sus bienes, lo que generalmente implica que se sigue un proceso judicial para determinar cómo se repartirán sus propiedades según la ley, en este caso, las leyes de la época.

Así que, cuando se menciona que Juan Bautista falleció "abintestato", quiere decir que no dejó un testamento formal antes de su muerte, y por lo tanto, se llevaron a cabo diligencias legales para decidir qué sucedería con sus bienes, como consta en el documento del trámite de sus bienes de difuntos, que presentamos.

Las muertes de personas con puestos como el de Bautista (bombarderos, soldados, y otras personas involucradas en la defensa de las colonias) eran, lamentablemente, bastante comunes en esa época, y no solo por enfermedades, sino también por las condiciones peligrosas de su trabajo y las amenazas externas.

Diligencias sobre bienes de difuntos: Juan Bautista, bombardero, difunto en Veracruz.

Los piratas y corsarios eran una amenaza constante para los puertos coloniales, como Veracruz, que eran puntos de vital importancia para el comercio entre España y las Américas. Estos ataques eran frecuentes en el Caribe y las costas del golfo de México, y personas con puestos militares como bombarderos, soldados, y marineros estaban en primera línea. Los corsarios, muchos de ellos ingleses, franceses o holandeses, atacaban barcos mercantes y asentamientos, lo que exponía a los militares y a la población civil a la muerte durante estos ataques.

Los soldados y personas con trabajos como el de Juan Bautista a menudo vivían en condiciones precarias, con insalubridad, falta de higiene y limitado acceso a atención médica. Las enfermedades infecciosas, como la fiebre amarilla, malaria y otras enfermedades tropicales, mataban a muchos. En lugares como Veracruz, con un clima cálido y húmedo, las enfermedades eran comunes y devastadoras, y muchos militares perecían debido a estas infecciones, sin contar las que llegaban por la falta de medidas sanitarias adecuadas.

Los militares y bombarderos, al igual que los demás trabajadores en la época, tenían una vida laboral dura. Las batallas y campañas militares eran agotadoras, y las armas de fuego y artillería de la época, como las bombardas, eran peligrosas no solo en combate, sino también en su manejo. Las explosiones accidentales o el mal uso de la artillería podían causar graves heridas o muertes, algo que estaba a la orden del día en tiempos de guerra.

Además de las enfermedades y las muertes en combate, muchos soldados y miembros de la artillería morían por accidentes relacionados con el uso de armas y equipo de guerra, que eran rudimentarios y peligrosos. Las lesiones de combate o accidentes durante las maniobras militares también eran causas comunes de muerte.

En esa época, la medicina no estaba tan desarrollada como hoy, y la falta de hospitales adecuados y médicos capacitados aumentaba las probabilidades de muerte, tanto por enfermedades como por heridas. Los soldados y militares estaban expuestos a infecciones que, hoy en día, se tratarían con antibióticos, pero en ese tiempo eran letales.

Un "bombardero" en el contexto del siglo XVI, especialmente en el ámbito militar, era un soldado especializado en el uso de armas de fuego pesadas, como las bombardas o cañones. Las bombardas eran piezas de artillería primitiva, a menudo de gran tamaño, usadas para lanzar proyectiles pesados, como bolas de hierro, sobre las fortificaciones o en el campo de batalla.

En el caso de Juan Bautista, como "bombardero", él era probablemente un miembro de la artillería, encargado de operar este tipo de armas en la defensa de ciudades o en batallas. Durante esa época, la artillería estaba en una fase de evolución y su uso era crucial en la defensa de las colonias españolas en América, especialmente en puertos estratégicos como Veracruz, que eran vulnerables a ataques de piratas y corsarios.