En 1824, luego de permanecer en el exilio, Agustín de Iturbide regresó a México, enterado de las intenciones de España de recuperar el control del territorio. Sin embargo, a su llegada a Soto la Marina, Tamaulipas, fue capturado, llevado a juicio y finalmente fusilado en Padilla, bajo el cargo de traidor a la patria.
Por: Archivo de Indias Veracruz-Sevilla
El informe sobre este importante suceso histórico es una carta –cuya versión digitalizada es parte del acervo de Archivo de Indias Veracruz-Sevilla– que Francisco Lemaur, capitán general y jefe político de Nueva España, envió al secretario de Estado de la Gobernación de Ultramar, junto con una copia de la "Gaceta extraordinaria del Gobierno Supremo de la Federación Mexicana", en la que se describe la llegada de Agustín de Iturbide a Soto la Marina, así como su captura y muerte en la villa de San Antonio de Padilla.
Frente a la negativa de la corona española de aceptar la independencia de las que habían sido sus colonias en la Nueva España, Agustín de Iturbide fue proclamado Emperador de México con el nombre de Agustín I, en mayo de 1822. Esto lo enfrentó a diversos grupos opositores, entre otros, el Congreso Constituyente que buscaba redactar una nueva carta magna para el país.
Iturbide ordenó desaparecer al Congreso y, como respuesta, Antonio López de Santa Anna y José Antonio de Echávarri se organizaron para conseguir la restitución del Congreso y derrocar al Emperador, lo cual consta en el Plan de Casa Mata. De inmediato, el plan obtuvo un gran respaldo militar, por lo que finalmente, Iturbide abdicó al trono y se fue al exilio, en 1823.
Enterado de una nueva iniciativa española por recuperar el control de México, Iturbide regresó en 1824, con la intención de respaldar la campaña, pero a su llegada a Soto la Marina, Tamaulipas, fue capturado, llevado a juicio y finalmente fusilado en Padilla, bajo el cargo de traidor a la patria.
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